YO PIENSO QUE… VIVO EN OTRO HIDALGO. Por Rocío Tirado.
Hace 14
años que vivo en el estado de Hidalgo, específicamente en el municipio de Tula
de Allende, que se ha distinguido como una de las principales zonas de aportación
al producto interno bruto (PIB) del estado, debido al número de empresas que se
encuentran asentadas en la zona como lo son la Refinería Miguel Hidalgo, la
Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, la fabrica de Cemento Cruz Azul y demás
industrias asentadas en la región sur.
En 14
años poco desarrollo he visto, algunos de los grandes proyectos que se
anunciaron como el Puerto Seco o la Refinería Bicentenario, prometieron miles
de empleos, desarrollo a lo grande y un provenir envidiable.
Todas
esas promesas, como es costumbre en la mayoría de los políticos, se quedaron solamente
en buenas intenciones, que hasta la
fecha no se han podido concretar. Y al contrario a lo largo de estos años se
han ido disminuyendo las oportunidades para trabajar en algunos de los
principales centros empleadores de la región.
Yo vivo
en el Hidalgo de la falta de oportunidades, del acceso restringido a la
posibilidad de educación, de la pobreza que lastima, de la miseria que indigna,
de la violencia que encabrona al grado de linchar a siete inocentes.
Pero
tal parece que los Secretarios de Estado no viven en el mismo Hidalgo que yo
conozco.
En la
semana que culmina, fuimos testigos de la comparecencia del Secretario de
Gobierno Simón Vargas ante diputados locales, en el marco de la glosa del
segundo informe del Gobernador Omar Fayad Meneses.
El
funcionario estatal defendió que Hidalgo sigue siendo uno de los estados más
seguros; que la inseguridad es un asunto más de percepción que de hecho; y que
la entidad está siendo afectada por una ola delictiva a nivel nacional.
Tiene
razón el Secretario de Gobierno Simón Vargas, en el papel, en los informes
vivimos en uno de los estados más seguros de México, pero en la realidad no. El
problema de Hidalgo radica en una falta de confianza en las instituciones encargadas
de procurar la justicia, lo cual se ha convertido en una impunidad total para
los delincuentes.
Yo
conozco por lo menos cinco personas, que
han sido víctimas de robo a casa habitación, robo de auto e incluso en la vía pública,
en los últimos tres meses, y lo que coincide en todos estos casos es que decidieron no iniciar carpetas de
investigación.
Las
razones que ofrecen las víctimas son muchas, falta de tiempo para iniciar la
carpeta ya que deben esperar entre 4 y 8 horas para ser atendidos, desconfianza
en los agentes de investigación quienes en algunas ocasiones exigen “apoyo
económico” de los denunciantes para que avancen sus casos, y la ultima y más
común de las respuestas “no tiene caso, de todos modos dejan sueltos a los
delincuentes”.
Si algo
nos debe de quedar claro es que para que las autoridades tengan una idea real y
fidedigna del número de delitos que se comenten en nuestro estado, se necesita
de una denuncia del mismo. Entonces lo que pasa en Hidalgo no es que no se
comentan una infinidad de transgresiones a la ley, el gran problema que nos
aqueja es que queremos que las autoridades adivinen cuando y donde decidirán atacar
los delincuentes.
Las
medidas impulsadas por el Gobernador de
Hidalgo han sido eficaces según el Secretario
de Gobierno, a pesar de que somos el segundo lugar nacional en extracción de
hidrocarburos, solo por debajo de Puebla.
Es
cierto que el robo de hidrocarburo es un delito del orden federal, pero también
es cierto que las consecuencias por el desarrollo impune de este delito las
padecemos de manera constante, el almacenamiento del hidrocarburo robado sin
las mínimas precauciones, ha provocado infinidad de incendios en varias
comunidades. Y el justificar la ineficiencia en la persecución de un delito que
nos afecta a todos, solo envía un mensaje erróneo a los miembros de las bandas
de huachicoleros, en Hidalgo pueden operar porque no nos toca perseguirlos.
Quienes
viven en riesgo permanente, y son los heròicos
elementos Protección Civil de los municipios,
los cuales arriesgan la integridad y hasta la vida, por poner a salvo a la
población ante las contingencias, con el mínimo equipo para protegerse y
enfrentar las emergencias.
Fue el
pasado 15 de octubre, cuando falleció el Subdirector de Protección Civil y
Bomberos de Atitalaquia, Salvador Mendoza Hernández, quien perdió la vida
mientras atendía una fuga de hidrocarburo que se presentó en la Colonia 18 de
marzo. Un hombre dedicado a servir, miembro de una familia dedicada a ayudar al prójimo, y que perdió la
vida haciendo lo que más amaba, protegiendo a los ciudadanos.
El
Secretario de Gobierno Simón Vargas, destacó ante los legisladores que nuestro
estado es el único del país que ha combatido el delito de robo de hidrocarburo
de manera coordinada con Pemex, la Secretaría de la Defensa Nacional y las
policías estatales y municipales. Ante el tamaño del problema que se vive, son
muy pobres los resultados de las fuerzas coordinadas de seguridad.
Los
funcionarios públicos y gobernantes, viven en el estado en el que existe a su
parecer gobernabilidad democrática, coordinación institucional, igualdad sustantiva,
derechos humanos, garantía de certeza jurídica, protección civil y seguridad.
Obviamente
para ellos es muy fácil creer que todo eso existe, porque ellos en verdad viven
disfrutando de todas esas ventajas que les da el ser gobierno, el usar los
recursos públicos para su seguridad personal y de sus familias, pero que al
final del día no alcanza para que llegue hasta los más pobres, los más
olvidados y desprotegidos.
Cuando
el gobernador, el presidente municipal, el funcionario estatal o municipal
llegan a un evento, todo está limpio, reluciente, nuevo y en orden, se montan
grandes operativos en los ingresos de los municipios, se envía personal para
contener manifestaciones; y una vez que llegan los invitados especiales se
corta el listón, se toman las fotos, se escuchan los aplausos y muy rara vez
las distinguidas personalidades de la clase política regresan a ese lugar.
Yo vivo
en ese Hidalgo que padece las necesidades una vez que la clase política monto
su show para la foto y la portada de los periódicos, en ese estado en el que no
existe la igualdad de género, en el que las mujeres son golpeadas y
victimizadas, en el que el huachicol circula con total impunidad, en el que las
ejecuciones ya son parte de las noticias de la semana, en el que conoces al que
le vaciaron la casa.
Y yo
solo espero que un día no muy lejano el estado de Hidalgo, sea muy parecido al
que presumen los funcionarios estatales en sus informes y comparecencias.
Gracias por el favor de su lectura, los invito a seguirme en mis redes
sociales, me encuentran en Facebook, Instagram y Twitter como Rocío Tirado.
¡Hasta la próxima semana!
Comentarios
Publicar un comentario