YO PIENSO QUE...





DEBEMOS RESPETARNOS...

Por Rocío Tirado.

La polarización que hemos vivido en México los últimos años es preocupante. Y es que a pesar de que el primero de julio más de treinta millones de personas votaron por un cambio en nuestro país, tal parece que seguimos en campaña.
Solo basta con compartir alguna idea, comentario o meme, en contra de las personas que integran la cuarta transformación en redes sociales, o de viva voz ante un grupo de conocidos, para que de inmediato seamos calificados de prianistas, fifís o miembros de la mafia del poder.
Y en cambio si el comentario es favor de los nuevos miembros de la política nacional, la contraparte te tacha de chairo, naco, pobre, ignorante y aplaudidor oficial del Amlove.
 Yo  creo que los ejercicios democráticos, deberían de estar enfocados a encontrar vías de salida a los problemas que enfrentamos, no rutas rumbo a callejones sin salida de violencia, intolerancia y división, que es lo que hasta el día de hoy hemos  vivido.
En menos de 15 días, el gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador iniciará funciones de manera “oficial”, porque recordemos que prácticamente desde el 2 de julio, la agenda política y mediática ha sido llevada por el presidente electo.
Antes de la toma de protesta, es necesario que las fuerzas políticas  de nuestro país, eleven el nivel de la discusión y que todos tengamos altura de miras para ver propuestas de debates en los que se confronten las ideas,  y no las personas.
Los que ahora son minoría, tendrán que entender a los que antes eran “oposición”, lo que ellos están sintiendo con la pérdida del poder, lo padecieron por décadas los que ahora disfrutan de las mieles de ser gobierno.
Los que ganaron, deben de entender que eso que persiguieron durante tantos años, en machas, mítines y tribunales, ya lo  ganaron, lo tienen en sus manos, y es su momento de demostrar que sus planes y proyectos están enfocados en servir de manera eficiente a los que confiaron en ellos.
Tenemos que comenzar a respetarnos, porque tal parece que hemos dejado de ser mexicanos, compatriotas, ciudadanos de un país muy lastimado y olvidado por sus políticos, para convertirnos en  simples militantes y simpatizantes de diversas fuerzas políticas. En la actualidad juzgamos a las personas por su filiación partidista, por lo que priistas, panistas, perredistas, son definidos como mafia del poder, y  los morenistas ahora son los únicos capaces de generar un cambio en nuestro país.
El enojo social ha crecido en los últimos años provocado en gran parte, por la prevalencia de una élite que no se ha renovado desde hace décadas,  y que es percibida como corrupta y responsable de la falta de oportunidades y de desarrollo.
Las “elites” de las que hablo las conocemos muy bien, y van desde los ámbitos municipales, estatales y federales, son esos apellidos de alcurnia que por el simple hecho de ser herederos del poder, prácticamente adquieren por osmosis la experiencia necesaria para “gobernar”.
Urge que la clase política utilice y promueva discursos que construyan puentes, que impulsen lógicas de despolarización, con la finalidad de que prevalezca el orden, la paz y la convivencia, tenemos que trabajar todos en la reconstrucción de la solidaridad social, tan deteriorada en los últimos años, esa que solamente recordamos y presumimos en el mundo, en caso de tragedias como los temblores e inundaciones.
Estamos viviendo en los tiempos de las noticias falsas que inundan las redes sociales,  lo que hace que cada día sea más complicado encontrar información real.
El periodista británico George Orwell, dijo que  “periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques, todo lo demás son relaciones públicas”, y en los tiempos de polarización que vivimos se convierte en un acto de verdadera rebeldía.
La expectativa que se generó con la prometida cuarta transformación es tan grande, que se va a niveles de justificar cualquier cosa, no podemos perder la capacidad de cuestionar y criticar, lo que deba de ser criticado, así como lo hicimos con los anteriores inquilinos de los pinos lo seguiremos haciendo con los actuales, a fin de cuentas de eso se conforma el ejercicio periodístico. Los periodistas vemos e informamos sobre diversos hechos, y es derecho de las sociedades el tener un acceso a esta información.
Lo que nos debe de quedar muy claro a todos los que vivimos en este país, que no por cuestionar o evidenciar las diferentes decisiones, información, actos de poder, etc, seremos los enemigos del régimen de la cuarta transformación. Tenemos el derecho de no estar de acuerdo, y eso no nos hace ni más ni menos respetables. Es momento de tender puentes de entendimiento entre todos, porque antes de ser militantes de un partido político, somos mexicanos, herederos de una cultura milenaria y habitantes de un país, que nos guste o no se està cayendo a pedazos, en parte a raíz de nuestros gobernantes, pero también gracias a nuestra apatía.
La cuarta transformación en México se logrará el día en que dejemos de participar en actos de corrupción, cuando comencemos a respetar las leyes, cuando nos neguemos a comprar cualquier producto robado y denunciemos a los delincuentes, cuando lleguemos a tiempo al trabajo y dejemos de culpar al tráfico o el clima, cuando nos respetemos en la vía pública, cuando dejemos de culpar a los políticos por todo lo que hemos permitido, y entendamos que este país lo rescataremos todos, no solamente un presidente.
Gracias por el favor de su lectura, síganme en mis redes sociales,  me encuentran como Rocio Tirado en Facebook, Twitter e Instagram. Y el próximo viernes los espero nuevamente, para compartirles algo de lo que yo pienso.

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