YO PIENSO QUE...
… FALTA EMPATÌA.
Por Rocío Tirado.
En los
últimos días hemos sido testigos, a través de las noticias de la caravana de
migrantes Hondureños que arrancó de San Pedro Sula, el pasado 12 de octubre,
con aproximadamente 1500 personas.
Lo que comenzó
como un pequeño grupo creció rápidamente, y a su llegada a la frontera con México
se contabilizaban cerca de 4 mil personas, entre ellos se encuentran ciudadanos
de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Con el
paso de los días, más personas se han ido integrando a la caravana y diversas
fuentes, como la Organización de Naciones Unidas (ONU), señalan que actualmente
suman alrededor de 7.000 personas, incluyendo a algunos mexicanos.
Para
usted y para mi es difícil de entender las motivaciones que llevan a estas
personas para dejar su país, su historia, su familia, por un sueño difícil de
alcanzar, sobre todo si tomamos en cuenta la complejidad de un viaje tan largo
y peligroso.
En mi
experiencia como periodista, he tenido la oportunidad de entrevistar a migrantes Centroamericanos, en la región de
Tula es común encontrarlos en los reductores de velocidad, los semáforos, en
las vías del tren del crucero de Teocalco y en la casa del migrante el Buen
Samaritano de Atitalaquia.
La
mayoría de ellos declaran que emprenden este viaje motivados por una suerte de
fe ciega nacida de la desesperación, tienen la convicción de que ésta es su
mejor oportunidad para escapar de la pobreza, la violencia y las dificultades que encuentran en sus países para poder construir una vida
mejor.
A
manera de contexto, Honduras el país donde inicio la Caravana, mantiene el promedio de pobreza extrema más
alto de la región centroamericana, de acuerdo con los datos del Banco Mundial
(BM), 60.9% de población vive en la
pobreza, son datos del año 2016. En zonas rurales aproximadamente uno de cada 5
hondureños vive en pobreza extrema, ganando el equivalente a 40 pesos mexicanos
al día. Una situación similar se vive en Guatemala, El Salvador e incluso en
nuestro país.
Si bien
esta no es la primera vez en que se organiza una marcha de migrantes, lo
inédito de esta Caravana es que se trata de la primera vez en la que miles de
personas intentan migrar juntas de forma organizada, y que han recibido algún
tipo de apoyo de los gobiernos por donde cruzan.
Hasta
el 23 de octubre, el Gobierno de México había recibido 1.699 solicitudes de
refugio de centroamericanos que integran la caravana migrante, se trata en su
mayoría de niñas, niños y adolescentes, así como de mujeres, quienes se
encuentran alojados en el Recinto Ferial de Tapachula, Chiapas, para ser
atendidos por el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana
de Ayuda a Refugiados.
El
destino final de los integrantes de la Caravana es Estados Unidos, y ante el
avance de los migrantes por territorio mexicano, el presidente Donald Trump, señaló que su país nunca
aceptará a quienes ingresen ilegalmente a su territorio y, de paso, presumió
tener "fronteras fuertes".
Lo que
no han tomado en cuenta los participantes de la Caravana, es que su travesía se
convirtió en un punto central en el debate de las elecciones intermedias de
Estados Unidos. Lo cual ayuda a exacerbar el clima de intolerancia, encabezado
por su Presidente.
Los
mexicanos en esta ocasión, también nos hemos contagiado un poco de las
opiniones racistas del Presidente Trump, no es raro escuchar en cualquier
platica con conocidos, e incluso en las redes sociales comentarios como: “son
puros rateros y delincuentes”, “que los regresen a su país”, “primero que le
den trabajo a los mexicanos”, “todos son miembros de bandas de la delincuencia”, etc, etc, etc.
Esos y
otros comentarios me recuerdan a cierto sujeto que es Presidente de la nación
más poderosa del mundo, y quien en
alguna ocasión dijo que los mexicanos que llegaban a su país eran violadores,
narcotraficantes y delincuentes.
Y
entonces cuando Trump nos insulta si nos
enojamos, y cuando nosotros insultamos a los Centroamericanos estamos
defendiendo la soberanía de nuestro país.
Aquí es
donde nos falta un poco de empatía con nuestros hermanos, ya que no es fácil
dejar todo lo que tienes, arriesgando lo único que les queda que es la vida,
para salir de la miseria en donde viven.
Y es
cierto, en México también tenemos pobreza, desigualdad, miseria y violencia, y
a pesar de todo esto los hermanos centroamericanos prefieren arriesgarlo todo
buscando el progreso de sus familias.
Nuestro
país ha firmado infinidad de convenios para la protección de los Derechos Humanos
de los que aquí vivimos y de los que nos visitan, independientemente de su
calidad migratoria.
Finalmente
el tema de la Caravana, seguirá siendo noticia en los próximos días, yo los
invito a evitar radicalizar las opiniones, y recordar siempre que esas 7 mil
personas son seres humanos con sueños y esperanzas, tratemos de ser empáticos
con nuestros hermanos.
Muchas
gracias por el favor de su lectura, nos
volvemos a leer el próximo viernes, síganme en mis redes sociales, me encuentran
como Rocío Tirado en Facebook, Twitter e Instagram.
Comentarios
Publicar un comentario